La evaluación de procesos permite integrar varios tipos de evaluación y no sólo la evaluación que permite acreditar conocimientos, que es una evaluación típicamente realizada por unos agentes sobre otros. La autoevaluación, la coevaluación y la metaevaluación se pueden complementar a través de distintas estrategias, en distintos momentos y con distintos instrumentos a fin de que todos los agentes del proceso educativo puedan evaluar sus producciones, procedimientos, actitudes y evaluar el proceso mismo a fin de regularlo y obtener información para la toma de decisiones.
Cada una de estas formas de la evaluación, requieren el desarrollo de determinadas habilidades y capacidades que permitan juzgar los distintos aspectos del objeto evaluado.
Cuando diseñamos el objeto comunicativo digital en un curso anterior de esta saga, nos hicimos la pregunta de qué deberían saber los docentes para integrar las TIC a sus clases de manera genuina. Uno de los conocimientos que debe poseer o desarrollar, es precisamente sobre los instrumentos de evaluación y sobre la pertinencia de cada instrumento según la etapa del proceso, la producción o los contenidos y actitudes que se ponen en observación.
La evaluación formativa actúa sobre los procesos con una función reguladora mediante la retroalimentación y por lo tanto, los distintos tipos de evaluación requerirán de espacios para la retroalimentación entre pares, entre el profesor y los estudiantes y finalmente, la evaluación de la evaluación que también es en sí misma una retroalimentación con función reguladora del instrumento.
La autoevaluación, que es la evaluación que alguien realiza de su propia actuación en un proceso, requiere que se adquieran habilidades para comprender el valor de la autoevaluación, determinar criterios claros y comprensibles y la retroalimentación debe ofrecer oportunidades para revisar y mejorar la producción (Andrade, 2010).
La evaluación entre pares o coevaluación, requiere capacidad para juzgar el trabajo colaborativo y desarrolla en el estudiante la conciencia de responsabilidad sobre la retroalimentación lo cual incrementa su motivación.
Estas formas de la evaluación fueron abordadas durante el desarrollo del Módulo 4, que me sirvió para afianzar mis propia práctica sobre evaluación y, con el uso de herramientas TIC como Corubrics y Google Forms, ampliarlos ya que facilitan los procesos de coevaluación a la vez que permiten sistematizar los registros y hacer el trabajo de recopilación de evidencias y registro de manera más liviana para el docente.
Gracias Osvaldo por compartir tu reflexión sobre coevaluación y autoevaluación. Que bueno que te sirva para afianzar tus propias prácticas.
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