domingo, 21 de marzo de 2010

Algunas ideas acerca de la incorporación exitosa de las TIC a la currícula escolar (Módulo GESTIC)

Los nuevos modelos de enseñanza que incorporan a las TIC, producen una mejora notable en los resultados académicos de los alumnos. Pero, como toda innovación, se necesita de tiempo, esfuerzo y, sobre todo, comunicación entre los actores del campo de la educación a fin de refinar y adaptar el modelo pedagógico a fin de incorporar satisfactoriamente las “islas de innovación tecnológica” tal como las llama Chris Dede de tal forma que puedan ser adoptadas por docentes comunes. Para que esto ocurra, debe darse un cambio sistémico en toda el área de política educativa. Es en el marco de una reforma sistémica que la incorporación de las TIC resulta provechosa y de utilidad. El uso de la tecnología educativa debe ir de la mano de la innovación pedagógica, de currículo, de evaluación y organización escolar. Los distritos escolares podrían destinar sus escasos recursos para introducir modelos educativos más eficaces utilizando mecanismos de información externos al aula para crear medios de aprendizaje que complementen a las computadoras y los sistemas de comunicación existentes en las escuelas, evitando así el modelo actual que es el de saturar a las escuelas con tecnología informática costosa y poco eficaz a los efectos educativos.

De todas formas, lo descripto no significa que la escuela deba prescindir de la compra y mantenimiento de equipamiento informático y de comunicaciones debido a que, para propiciar el aprendizaje por proyectos y la indagación guiada, los alumnos, deben tener acceso en la escuela, a dispositivos complejos de comunicación. ¿Cómo pueden solventar las escuelas el costo de adquisición y mantenimiento que lleva intrínseco el uso de tecnología?. Dede dice que los recursos provendrán de la optimización gestional de la las instituciones, lo cual “permitirá hacer más cosas con menos recursos”, y no habla aquí de los famosos “recortes de personal” tan habituales en la década neoliberal qué asoló en nuestra región durante los ´90; más bien, habla de lo que ha observado en las instituciones que han implementado estos nuevos modelos pedagógicos que incorporan a la tecnología a su currícula y gestión. En primer lugar, se ha observado una reducción de recursos económicos destinados a la compra de libros impresos y materiales didácticos estándar y en segundo lugar, propone que la optimización de los recursos humanos se debe dar en la capacitación de los recursos existentes a fin de adaptarlos a la nueva tecnología y al aprovechamiento de la próxima ola de jubilaciones en el sector docente a fin de aprovecharlo para hacer una reforma sistémica en todo el área.

Para que la innovación tenga éxito, es imprescindible elevar nuestro punto de mira y emplear nuevos medios para evaluar el progreso alcanzado por los alumnos, teniendo en perspectiva que lo importante a lograr en ellos es que integren los conceptos de todas las disciplinas, los que les sean útiles, el deseo de seguir aprendiendo siempre y tener la autoestima, la disciplina y la motivación necesaria para aplicar estos conocimientos. Este nuevo modelo de evaluación no es estandarizado, pues, para cada alumno el proceso de aprendizaje es complejo e idiosincrático y esto hace que ningún currículo ni estrategia de enseñanza garantice por sí solos la calidad de la enseñanza. Es evidente que necesitamos nuevos estándares adecuados a la sociedad del conocimiento.[1]




[1] Dede, Chris, Aprendiendo con tecnología. (2000) – Buenos Aires, Paidós.

Formas tecnológicas de vida (Módulo TTC)

¿Qué pasa cuando las formas de vida se convierten en tecnológicas?. Es la pregunta que se hace Lash Scott. Un primer impacto es que nos enfrentamos con nuestro medio ambiente en interfaz con los sistemas tecnológicos, a tal punto, que nos es difícil ya pensar en poder vivir y funcionar sin nuestros dispositivos tecnológicos que utilizamos para estar cada vez más intercomunicados.[1]

A nuestro alrededor podemos ver las formas tecnológicas de vida que nos rodea; todo o casi todo funciona gracias a la electricidad; todas constituyen nuestras herramientas. Nuestras herramientas son artefactos que dependen, de alguna forma, de redes.

A través de estas redes, somos relacionales con los demás, generamos compromisos, dando lugar a nuevas prácticas y relaciones y olvidando otras. Cuando alguien se comunica con nosotros, está lejos, pero también está cerca. La cuestión, nos dice Scott, es que somos y conformamos un entorno tecnológico.

Es interesante el concepto de clausura operacional, por la cual reaccionamos a los cambios de acuerdo a nuestra educación y formación previa y, se da la paradoja de que, cuando más inteligencia o preparación poseemos y, por lo tanto, más incorporamos de nuestro entorno, menos cambiamos.

Jeremy Rifkin plantea que nos acercamos a la tercera revolución industrial, basada en tecnologías y energías en red; desencadenada por una nueva crisis del petróleo, esta vez para intentar abandonar la era del petróleo (cada vez más escaso) definitivamente, reemplazándolo por hidrógeno como fuente de energía.[2]

No todo son bonanzas en el entorno en que vivimos. Este entorno tecnológico, es gobernado por el mercado y, ¿cuál es el peligro o los peligros de que a una sociedad globalizada la controle el mercado?. El problema en realidad no es el mercado en sí, sino que el problema está en el grado de regulación que puedan ejercer los estados sobre los monopolios. En el mercado neoliberal que impera en gran parte del planeta, este marco regulatorio pocas veces funciona en beneficio de la comunidad. Como resultado, tenemos una gran corporación que decide qué se debe usar, cómo se debe usar y cuándo se debe usar, siempre pagando por el derecho a usar o a no usar sus productos claro está. El mercado funciona mediante el pago de patentes o derechos de producción o de patentes, etc. que nos son vendidas como marcas. Nosotros consumimos y pagamos por este entorno tecnológico.

El mundo tal como lo vemos empieza a tener un sentido. Los laboratorios producen objetos que se pueden cargar de propiedad. O sea, no se inventa cualquier cosa. La investigación tiene que ser algo que se pueda cargar de propiedad. Por eso, podemos afirmar, habitamos un mundo que fue inventando para poderlo cargar de propiedad. Los objetos se cargan con las ideas patentadas y circulan en el entorno buscando donde asentarse para obtener una renta, para convertirse en ganancia. Entenderán que no es necesario un mundo real, de carne y hueso para que las ideas fluyan y obtengan ganancias. Basta con escenarios, con ficciones.



[1] Lash, Scott, Crítica de la información. Buenos Aires, Amorrortu, 2005. Caps. 2 y 14.-

[2] Jeremy Rifkin, Empieza la tercera revolución industrial, Clarín, artículo 2 de abril 2006.-

domingo, 14 de marzo de 2010

La webquest como recurso educativo (Módulo EATIC)

A la hora de la consideración educativa de los programas informáticos, los mismos pueden ser vistos como uno recurso digital y, como tal, pueden considerarse como recursos educativos o como recursos didácticos. Sin embargo, Gross Salvat, prefiere organizarlos desde otra perspectiva pues él los agrupa teniendo en cuenta el enfoque pedagógico y el ámbito en el que podrían utilizarse con efectividad. La clasificación referida se enfoca en analizar el contenido y la funcionalidad del programa y en un ordenamiento cronológico de acuerdo a su aparición en el mercado, lo cual está vinculado al enfoque pedagógico presente en cada época. Concretamente, Gross Salvat realiza la siguiente clasificación:

Enseñanza asistida por ordenador (EAO): tutoriales, programas de práctica y ejercitación, de simulación.

Los juegos de ordenador, que combinan la finalidad educativa con el entretenimiento permitiendo adquirir un conocimiento en forma divertida, apelando al reto, a la curiosidad y a la fantasía del usuario.

Multimedia: la posibilidad de combinar distintos medios e hipertextos, con las ventajas que esto supone en el ámbito educativo.

Realidad virtual

Redes de comunicación: sin dudas Internet tendrá un impacto muy grande en la escuela y en las estrategias de enseñanza-aprendizaje[1].

Basada en esta clasificación y ordenamiento, podemos hacer una clasificación en las siguientes categorías:

Programas instructivos: transmiten un conocimiento apoyando el desarrollo de contenidos de un área;

Programas de creación: herramienta utilizadas para realizar algún tipo de actividad;

Programas para el desarrollo de actividades y estrategias: que trabajan contenidos procedimentales y adquisición de estrategias;

Programas de comunicación: para intercambiar información y fomentar el trabajo colaborativo;

Programas de consulta y acceso a la información: permiten acceder a información contenida en bases de datos digitales.

Entre los materiales clasificados como de consulta y acceso a la información, hay uno que merece la reflexión, por cuanto constituye una fabulosa herramienta que combina la facilidad de uso, de implementación, el bajo costo y la posibilidad de integrar las TICs en la currícula escolar articulándolas de manera transversal con prácticamente todas las disciplinas; son las denominadas Webquest.

Una webquest es una actividad que está orientada a la investigación, en la que la información proviene de Internet. Consta de varias etapas:

Introducción: en la cual se establece el marco de trabajo de una manera motivadora;

Tarea: donde se definen las actividades que el alumno tendrá que realizar;

Proceso: donde se detallan los pasos a realizar para conseguir la información y presentar el trabajo efectuado:

Recursos: consiste en un listado de sitios web donde el alumno podrá buscar la información necesaria. Estos recursos son previamente seleccionados por el docente atendiendo a la pertinencia pedagógica de la información contenida en el sitio;

Evaluación: establece la forma y criterios de evaluación que medirá el grado de alcance de los objetivos establecidos en una matriz denominada rúbrica;

Conclusión: cierre y reflexión de lo aprendido;

Por último se especifican los créditos, referencia y fuentes de información utilizadas para la webquest.

Son evidentes las posibilidades de la webquest para su utilización e integración en la tarea educativa, dada sus características particulares.




[1] Gross Salvat, B. “El ordenador invisible”. Barcelona. Gedisa.

domingo, 7 de marzo de 2010

El lenguaje de las imágenes y su inserción pedagógica - Módulo AMAD

La irrupción de la informática en la escuela debería llevarnos a pensar nuevamente en estrategias didácticas, en métodos de enseñanza, en supuestos básicos que subyacen en las prácticas docentes.

Si bien, al pensar en escolarización, se presupone el uso de la palabra escrita, con la utilización de las nuevas tecnologías de la información y el poder multimedia que conllevan, se ha abierto un amplio campo de nuevos soportes, cada uno con su propia semiótica. Se hace sumamente necesario que los alumnos estén preparados para poder interpretar estos lenguajes y no sólo ser consumidores pasivos de mensajes, como ocurre frente al televisor o frente a la pantalla de una computadora; pero, para formar alumnos capaces de un análisis crítico de contenidos multimediales, también es cierto que necesitamos primero formar docentes familiarizados, y por qué no, especialistas en el lenguaje audiovisual. En este sentido, Alicia Entel[1] nos aclara el horizonte cuando dice que es necesaria una jerarquización material, moral y social de la función docente, debido a que, durante años se ha venido produciendo una desvalorización del respeto por lo pedagógico, deshaciéndose en medio de la turbulencia de otros estímulos como los de los medios y, para los cuales, no siempre ha habido respuesta.

El enfoque pedagógico debería centralizarse en enseñar a tomar distancia, a tener una mirada crítica de los mensajes y códigos de las imágenes y jeroglíficos mediáticos. Una manera, podría ser generalizar salas de computación en los colegios públicos de tal manera que se conviertan en espacios de investigación, es espacios sociales donde el cuidado de los materiales se convierta en vehículo para poner en juego los aprendizajes de responsabilidad y solidaridad. Estos espacios, para que sean eficaces, requieren aprendizajes previos de sus posibilidades sociales y educativos.

Con un enfoque abarcativo, esperamos incluir a la imagen como forma de aprendizaje en la escuela, un ámbito en donde, como he expresado antes, se la ha excluido y hasta menospreciado, en pos de exaltar a la palabra escrita como eje y centro de la transmisión de saberes.

Ana Abramovsky[2], nos propone una mirada más que interesante sobre una metodología de acercarse al estudio racional de la imagen a través del enfoque del estudio visual, el que abandona a la lectura como medio de abordar conocimientos visuales y estableciendo entre sus postulados que las imágenes no son como textos que se leen, sino que existen un conjunto de sentimientos que provocan en el observador que son imposibles de abarcar con un análisis meramente lingüístico. Abramovsky nos propone incorporar el lenguaje visual como medio de adquirir conocimientos, reconociendo en él, varias características tales como su polisemia, su poder de activar la atención y emociones en el observador, la posibilidad de obtener múltiples significados y, por lo tanto, desde lo pedagógico, multiples recorridos y experiencias con nuestros alumnos y docentes. Si queremos trabajar pedagógicamente con imágenes, debemos tener en cuenta todos estos aspectos de lo visual; se trata, dice Abramovsky de “enseñar y aprender a mirar” viendo a las imágenes desde distintos ángulos sin perder de vista que, como los textos, las imágenes son colectivas y se comparten.



[1] Alicia Entel, El derecho a dominar las tecnologías de la información, Facultad de Trabajo Social, UNER.

[2] Ana Abramovsky, Dossier El lenguaje de las imágenes y la escuela, El Monitor, Ministerio de Educación, Presidencia de la Nación.