domingo, 20 de septiembre de 2020

La evaluación formativa y la retroalimentación

La evaluación es una práctica que está, o debería estar presente durante todo el proceso de aprendizaje. El proceso de enseñanza-aprendizaje constructivista, distingue tres momentos básicos en los que el estudiante adquiere el nuevo conocimiento. Un primer momento de aproximación en el cual haciendo uso de los saberes previos, toma contacto con el nuevo conocimiento, un segundo momento de este proceso se da cuando afianza el aprendizaje del conocimiento que ha adquirido poniendo en práctica habilidades, y actitudes y por último, puede aplicar ese conocimiento adquirido a la resolución de situaciones problemáticas que se le plantean.

La evaluación, no debe ser ajena a estos tres momentos y entonces, se distinguen tres tipos de evaluación: la evaluación diagnóstica, que permite ver en qué momento o estadio se encuentra el estudiante, la evaluación formativa que permite al estudiante regular su proceso de aprendizaje y un tercer tipo de evaluación, que permite efectivamente acreditar esos conocimientos para poder aplicarlos en situaciones reales, que consiste en la evaluación sumativa.

De todos estos tipos de evaluación, la evaluación formativa reviste especial significancia porque es la evaluación que sigue al estudiante durante las actividades que le permiten la adquisición de las nuevas habilidades y conocimientos. Una evaluación es formativa cuando ofrece retroalimentación de distintas maneras y con frecuencia, logra comunicar eficazmente los resultados de aprendizaje que se esperan lograr, estimula procesos de reflexión sobre el aprendizaje, ajusta la enseñanza a partir de lo evaluado y sus criterios son construidos junto a los estudiantes.

La evaluación formativa tiene un carácter regulador del aprendizaje con el fin de revisar la enseñanza adaptándola a las necesidades del estudiante y en función a los resultados del aprendizaje.

Los párrafos precedentes responden a las preguntas del qué, el cuándo y el para qué de la evaluación.

Durante el Módulo 2 hemos realizado dos actividades sobre la evaluación. La primera actividad consistió en diseñar y realizar una encuesta a docentes de diversas modalidades y espacios curriculares acerca del proceso evaluativo. En nuestra encuesta, el resultado más categórico, fue la conclusión de que la gran mayoría de los docentes consideran a la evaluación formativa como un proceso que debe estar presente durante todo el proceso de aprendizaje, lo cual, representa un cambio en el posicionamiento con respecto al sistema educativo actual que nos obliga por normativa a aplicar una acreditación de conocimientos por medio de una evaluación sumativa. Es de suponer, que en etapas por venir, estas posiciones vayan convergiendo a una visión de carácter formativo de la evaluación con validez para la acreditación.

La segunda actividad del módulo consistió en poner en práctica procesos de retroalimentación a los instrumentos de evaluación diseñados por nuestros colegas y compañeros de cursada.

La retroalimentación debe facilitar la reorientación del proceso con respecto al trabajo, a la planificación de la enseñanza y a la modificación de la manera de trabajo de los docentes.

Los estudiantes deben conocer lo que tienen que hacer. De esta manera pueden responder a las preguntas sobre ¿qué estoy aprendiendo?, ¿cómo lo hago?, ¿estoy llegando a los resultados que se esperan de mí?. Por lo tanto, la retroalimentación debe hacerse en base al sentido de oportunidad, es decir, centrarse en lo solicitado en la actividad evaluada, lo entregado efectivamente y en lo que necesita mejorar. Precisamente en estos puntos nos hemos basado para realizar la segunda actividad del módulo para realizar la retroalimentación a nuestros compañeros.


1 comentario:

  1. Gracias Osvaldo por compartir tu reflexión sobre esta etapa del recorrido.
    Saludos
    Elisabeth

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